Es difícil erradicar viejas costumbres: cosas que se hacen de una forma porque estamos acostumbrados a ello y no nos damos cuenta, aunque sea algo obvio, de que hay una forma mejor de hacerlo. Pero mejorar implica replantearse estas costumbres.
Esto viene a cuento de que aún hoy, sabiendo que hace ya años que la navegación móvil superó en usuarios a los que lo hacen en ordenadores (al menos en España), sigo viendo que muchas webs, cuando ponen el número de teléfono, no lo hacen de forma que al hacer clic sobre él se lleve al usuario directamente a la llamada.