Uno de los componentes fundamentales del diseño web y que a veces se pasa por alto es la tipografía. Y es importante porque el texto, se quiera o no, forma parte del diseño, y un tipo de letra distinto dará como resultado una web que transmite un mensaje diferente. Así, en función de la tipografía utilizada la web transmitirá un mensaje u otro.
Por eso vamos a ver unos consejos básicos sobre cómo elegir la tipografía adecuada en función del mensaje que quieras que transmita tu web. Evidentemente son muchas las cosas a tener en cuenta, pero con estos cinco sencillos consejos te asegurarás de no errar el tiro.
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Transmite el mensaje correcto
Nuestro cerebro crea asociaciones automáticas. Lo hace todo el tiempo, con todo; simplemente, funciona así para moverse por la jungla de información a la que es sometido a diario. El color rojo indica peligro o el color azul es frío, aunque la longitud de onda de la luz reflejada no tenga nada que ver con el peligro o con la temperatura.
Con los tipos de letra pasa igual. ¿Quién no piensa en una película del oeste al ver la tipografía Rye? ¿Ver la Press Start 2P no te trae a la mente una videoconsola de 8 bits, con cualquier idea o recuerdo que ello te evoque?
Pues de la misma forma una tipografía puede «reflejar» o «evocar» profesionalidad, creatividad, modernidad… Las fuentes con serifa (ya sabes, esos pequeños adornos al final de los trazos de las letras) se asocian con una imagen clásica, elegante, tradicional. Por el contrario las fuente de palo seco (sin serifa, en las que los trazos acaban limpios) reflejan modernidad.
Otro tipo de fuentes con serifa son las egipcias o slab, cuya serifa tiene el mismo grosor en toda su extensión, en lugar de ir disminuyendo como ocurre en las romanas. Un ejemplo es la Roboto Slab. Este tipo de fuentes transmite fuerza.
¿Qué es lo que quieres transmitir con tu web? ¿Qué imagen quieres dar de ti, de tu empresa o de tu negocio? Tenlo muy en cuenta a la hora de elegir la tipografía adecuada para tu web.
Combina una fuente con serifa y una de palo seco
Ya he hablado en el punto anterior sobre lo que es una tipografía con serifa y una de palo seco o sin serifa. No voy a entrar más a fondo con el tema ya que intentar tratarlo en profundidad merecería al menos una entrada en exclusiva, y para lo que necesitamos en este artículo no hace falta decir mucho más.
Así que al grano: combinar una fuente con serifa con una de palo seco. ¿Por qué? Pues porque es un recurso sencillo para lograr algo que puede resultar no tan fácil de conseguir: armonía mediante el contraste.
Ojo, que tampoco vale coger dos fuentes cualesquiera y combinarlas: hay que tener muchas cosas en cuenta a la hora de combinar tipografías, aunque ese tema daría para un artículo bastante extenso por sí solo.
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Utiliza tres tipografías como máximo
De lo que se trata es de dar armonía visual y de jerarquizar los textos, usando una tipografía para los títulos y otra para el contenido. Así el visitante sabe en todo momento qué importancia relativa tiene cada parte y dónde debe fijar la vista.
En algunos casos puede estar justificado utilizar un tercer tipo de letra, como una fuente de script (que ligan las letras, dando la apariencia de estar escrita a mano), para destacar algunos textos muy concretos.
Sin embargo ésa debe ser la excepción, no la norma. Por lo general utiliza dos tipografías, máximo tres si hay un motivo. Nunca utilices más de tres, tantos tipos distintos refleja caos y desorganización y dificulta la categorización del contenido.
Asegúrate de que los textos de tu web sean legibles
En internet hay mucha información, mucha más de la que una persona puede consumir en toda su vida. En diez vidas. Así que si lo que tú estás diciendo cuesta trabajo de leer, tus visitantes buscarán la información en otro sitio.
Afortunadamente esto es algo fácil de comprobar y de solventar, basta con seguir dos o tres pautas muy sencillas:
- Usa una tipografía hecha para ser leída. Posiblemente Lobster sea muy bonita para escribir mensajes inspiracionales, o Yellowtail tenga muchas virtudes, pero nadie en su sano juicio escribiría párrafos enteros con ellas. Entre otras cosas porque nadie en su sano juicio leería un texto escrito con ellas.
- Utiliza un tamaño apropiado. No todos los dispositivos permiten aumentar el texto (hoy día se puede navegar desde una televisión o una videoconsola), y no todos los tamaños permiten una legibilidad óptima. Tampoco se trata de poner letras enormes, lo que podría dar al traste con todo el diseño. En el equilibrio está la virtud.
- Facilita la lectura, busca un color de texto que contraste bien con el fondo.
No seas hortera
Por favor, por lo que más quieras, no utilices ninguna de estas fuentes en tu web:
Mis disculpas a los creadores de estas tipografías, pero es que la falta de estilo no se puede suplir con nada.
Conclusión y un último consejo
Si sigues esas cinco pautas todo irá bien. Puedes conseguir o no una web memorable, digna de recuerdo, pero al menos no trasmitirás sensaciones negativas.
Sin embargo el consejo más útil de todos es éste: desde el momento cero en que plantees la web hasta que la hayas terminado ten siempre en mente, siempre, cuál es el objetivo de la web, la idea que quieres que transmita.
Ése es el único secreto para conseguir hacer una web que funcione.
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