WordPress no sólo es el CMS más utilizado sino que el porcentaje de webs creadas de él no para de crecer: ahora está en torno al 28%, pero en 2011 era apenas del 13%. Ese espectacular crecimiento no se está produciendo a costa de otros CMS, sino a costa de webs creadas sin CMS alguno, hechas en PHP y/o HTML (a la antigua usanza).

Y cada vez en mayor medida. De hecho cada mes recibo más consultas y peticiones de presupuesto para pasar una web de HTML a WordPress. ¡Internet se está pasando a WordPress en masa! Por eso hoy voy a dar un repaso a las opciones que tenemos a la hora de migrar a WordPress tu web en HTML.

De HTML a WordPress

Siempre hay más de una forma de hacer las cosas, y esto no es una excepción. Y escoger entre una y otra no es cuestión de gustos o comodidad, sino de oportunidad y eficiencia.

Para ser más claro, hay dos opciones: de forma manual o de forma automatizada. De la forma manual no voy a hablar aquí, está al alcance de todo el mundo sin necesidad de irse a Google a buscar o de leer ninguna entrada en un blog como éste. Basta con ir cogiendo contenidos de la web en HTML y creando con él entradas o páginas (según convenga) en WordPress.

Las ventajas y desventajas de este sistema están claras: controlas al 100% el resultado obtenido y es difícil que se produzcan errores que rompan la web, así que el resultado es óptimo. Sin embargo es trabajoso y lleva su tiempo.

Por lo general es la mejor opción cuando se trata una web de unas pocas URLs. Si dispones de tiempo (o de presupuesto para pagar a quien te lo haga) y quieres el mejor resultado, puede incluso ser factible en una web con unas pocas decenas de URLs. Pero realmente consume mucho tiempo, y si la web incluye un blog con decenas y decenas de entradas este sistema deja de ser factible.

Es entonces cuando hay que recurrir a automatizar el proceso.

Pasar una web de HTML a WordPress con un plugin

Afortunadamente, como la gran mayoría de ocasiones, podremos contar con un plugin que nos ayude en el proceso. Hay varios, en realidad, pero el que yo suelo usar y que hasta ahora me ha dado buenos resultados es HTML Import 2, que además está disponible en el repositorio de WordPress de forma gratuita.

Una vez activado tendrás disponibles los ajustes en Ajustes > HTML Import, donde podremos establecer algunas opciones, organizadas en seis pestañas:

• Archivos, con ajustes referentes a los archivos que se van a importar
• Contenido, donde podrás establecer qué parte de la web antigua es contenido en base, generalmente, a las etiquetas HTML
• Título y metadatos, donde enseñarás al plugin a reconocer el título y algunos datos como el autor, la fecha y hora de publicación, etcétera
• Campos personalizados; ya que no todos los datos serán completamente «traducibles», aquí tienes la posibilidad de insertar el contenido de algunas etiquetas HTML de la web antigua como campos personalizados de WordPress
• Categorías y etiquetas, donde podrás relacionar las de la nueva web con determinadas etiquetas HTML de la web antigua
• Herramientas, que básicamente te servirá para actualizar las redirecciones si cambias la estructura de enlaces permanentes a posteriori

Importando el contenido desde la web en HTML

No te asustes si no entiendes el método para indicarle al plugin cuál es cada parte, en realidad vas a ver que es muy sencillo. No vamos a repasar cada opción (ya ves que hay muchas y sería largo y aburrido) pero esa parte, que es la más importante, puedes ver cómo se hace en el siguiente vídeo:

Una vez está todo listo podemos utilizar el enlace que aparece al guardar los ajustes (Ready to import files?) o ir directamente a Herramientas > Importar > HTML: Ejecutar importador. Aquí podremos seleccionar si queremos realizar una importación completa o un archivo HTML de nuestro ordenador.

Mi consejo es que descargues primero una sola página de la web antigua como un archivo HTML y realices la importación de este archivo, como hago en el vídeo de arriba. De esta forma podrás comprobar si la página o entrada generada se muestra correctamente, con todo en su sitio (título, contenido, categoría, autor, etcétera).

De esta forma, si te has equivocado en algo, te darás cuenta antes de haber importado y generado decenas de URLs que tendrás que eliminar manualmente antes de corregir la configuración y volver a intentarlo. Siempre es más fácil eliminar sólo una, y si todo está correcto eliminarla y, ahora sí, importar la web completa.

No olvides las redirecciones

Recuerda siempre, siempre, siempre crear redirecciones desde las URLs antiguas a las nuevas, de forma que tanto tus visitas como Google se vean dirigidos de forma transparente al nuevo contenido.

No hacerlo bien puede acarrear consecuencias desastrosas, como verte penalizado por Google por contenido duplicado.