Los errores 404 (página no encontrada) son de los más comunes que se pueden encontrar en una web, especialmente las que ya tienen un tiempo y bastante contenido: los enlaces se acumulan, las cosas cambian de sitio y al final es inevitable que se produzcan algunos de estos errores. Además, no siempre se producen por causas internas de nuestra web, a veces otros sitios webs comenten un error tipográfico al enlazar un contenido nuestro, o enlazan un contenido que después cambia de dirección.
Por eso detectar y solucionar los errores 404 es una parte fundamental del mantenimiento de la web: restan usabilidad empobreciendo la experiencia de usuario, afectan al SEO y, lo que es peor, dan una paupérrima imagen de nuestro sitio web. En una palabra: no podemos permitir los errores 404 en nuestro sitio web, debemos desterrarlos.